sábado, 23 de enero de 2010

HRS-I, sensor que nos ayuda a controlar nuestras constantes vitales de forma remota

La empresa japonesa WIN Human Recorder ha lanzado al mercado un servicio para monitorizar el estado de salud de una persona en diferentes parámetros, a primera vista no nos suena nada especial, pero se caracteriza por ser portátil y utilizar comunicaciones inalámbricas.

El sensor que se encarga de recoger y analizar los diferentes parámetros cuenta con un tamaño bastante reducido, como podemos ver en las imágenes, y puede ser gestionado y supervisado remotamente desde un ordenador o teléfono móvil, gracias al módulo de comunicaciones inalámbricas de 2.4GHz que incorpora.

Según nos cuentan los desarrolladores, el sensor registra informaciones como el ritmo cardiaco, la temperatura del cuerpo, el pulso, ondas cerebrales, o señales electrocardiográficas. El software asociado al sistema está preparado para determinar el estado de salud de la persona teniendo en cuenta los diferentes parámetros.

HRS-I (human recorder system) es el nombre con el que han decidido bautizar al servicio, y además de los valores citados, también cuenta con la posibilidad de registrar nuestros movimientos y actividad, al disponer de un acelerómetro integrado.

Como os comentaba, las dimensiones del dispositivo son reducidas, 30 × 30 × 50 mm, y cuenta con un peso de sólo 7 gramos. WIN Human Recorder ha realizado un esfuerzo importante por poner en el mercado un aparato que sea cómodo de llevar unido al cuerpo.

El sensor funciona con baterías como las que podemos encontrar en relojes, y tiene una autonomía de tres días. El precio del servicio es de unos 100 dólares por alquiler mensual del software, y algo más de 300 dólares por el sensor en sí.

Pulsos electromagnéticos podrán parar los coches al instante

Pues si, que tiemblen los cacos si esta tecnología finalmente se implanta en nuestra sociedad. Y es que los coches de hoy en día integran tanta electrónica que un pulso electromagnético considerable podría detener cualquier coche fabricado desde mediados de los años 70 en un instante.

La compañía canadiense Eureka Aerospace ya ha demostrado como es capaz de hacerlo con suHPEMS, un sistema electromagnético de alta potencia integrado en un cañon, compuesto por una fuente de alimentación y una antena, que emite pulsos electromagnéticos para desactivar y detener un coche automáticamente a una distancia de hasta 200 metros sin peligro alguno para los ocupantes del vehículo.

Solo hay que echar un vistazo a este vídeo para comprobarlo:

Este cañón de pulsos electromagnéticos que ya está listo para presentarse oficialmente el mes que viene, de momento, es demasiado difícil de manejar para colocar en un vehículo policial, pero la idea es reducir el tamaño del dispositivo al de una pistola con la idea de que sea fácil de montar en helicópteros y coches de la policía y en vehículos militares, con la intención de poner fin a las persecuciones a alta velocidad, y detener a los suicidas o los delincuentes desde una distancia segura.

Esperemos que si algún día se implanta en la sociedad sepan ponerlas en buenas manos porque miedo me da esta tecnología si se usa con fines poco éticos.